INTRODUCCIÓN.
En el texto se pudieron analizar y comprender cada una de las etapas de la evolución social, marcando así pautas de comportamiento, estatus, etc. Por ejemplo se habla que en el comunismo primitivo los seres humanos estaban organizados en grupos, dedicados a la caza, pesca y recolección. La actividad productiva humana se basaba en la cooperación simple. Para este tipo de asociación cooperativa era una necesidad inexorable debido al desamparo en que se encontraba el individuo aislado en la naturaleza. Como consecuencia de su modo de vida, el humano primitivo no concebía la posibilidad de la propiedad privada de la tierra y de los demás medios de producción; pero lo que sí concebía era lo que Marx describió en sus Manuscritos Económico-filosóficos de 1844 como "propiedad privada general" que en el ejemplo de la comunidad de mujeres era una especie de propiedad sexual de la comunidad hacia el cuerpo de la mujer, con el capitalismo esta se transforma en la "propiedad privada exclusiva" que en este caso se denominó "matrimonio". Tan sólo algunos instrumentos y bienes les pertenecían en propiedad personal. Posteriormente surgió la esclavitud, el feudalismo, revolución social, socialismo, capitalismo, hasta llegar a hoy día donde la globalización es el escalafón más actual de nuestra evolución social.
El evolucionismo social es el término que define el cambio de una sociedad a otra más complicada. Está basado en teorías antropológicas de desenvolvimiento social que se acreditan a sociedades con términos de estado primitivo que gradualmente se tornan más civilizadas con el pasar del tiempo. La evolución social ha sido tomada por quienes estudian a la ciencia del hombre como una fuerza que realiza el trabajo de los factores individuales concretos, determinantes del curso de la historia,
Comunidad primitiva los hombres se hallaban indefensos ante las fuerzas naturales y se alimentaban de todo lo que la naturaleza les proporcionaba; la estructura económica era atrasada y primitiva, lo cual correspondía al mismo estado en que se encontraba la sociedad. El hombre satisfacía sus necesidades con lo que directamente le proporcionaba la naturaleza, por lo que las necesidades económicas eran la recolección cacería y la pesca.
La esclavitud como práctica social y económica fue usual en la antigüedad greco-romana, y ambas pueden considerarse las primeras sociedades «esclavistas» al estar sustentada su base económica por este sistema. El estatus social y el papel de los esclavos eran considerados inferiores o inexistentes en relación a una persona libre
el feudalismo fue el conjunto de instituciones creadas en torno a una relación muy específica: la que se establecía entre un hombre libre (el vasallo), que recibía la concesión de un bien (el feudo) por parte de otro hombre libre (el señor), ante el que se encomendaba en una ceremonia codificada (el homenaje) que representaba el establecimiento de un contrato sinalagmático (de obligaciones recíprocas) esta serie de obligaciones recíprocas, militares y legales, establecidas entre la nobleza guerrera; giraba en torno a tres conceptos clave: señor, vasallo y feudo. Entre señor y vasallo se establecían las relaciones de vasallaje, esencialmente políticas. En el feudo, entendido como unidad socio-económica o de producción, se establecían relaciones de muy distinta naturaleza, entre el señor y los siervos.
La Revolución industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta, el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, una forma de explotación por vía económica.
En el capitalismo, los individuos, y/o empresas usualmente representadas por los mismos, llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de los mismos se realiza libremente a través del comercio, y por tanto la división del trabajo se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio.
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.
DESARROLLO.
COMUNISMO PRIMITIVO
Según la teoría marxista es una etapa del desarrollo de las formaciones económico-sociales, caracterizadas por el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la propiedad colectiva de los medios de producción (la tierra y las herramientas rudimentarias) y la distribución igualitaria de los productos.
Esta forma de vida corresponde al periodo que los prehistoriadores han denominado Paleolítico, y no fue sino con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, realizado durante el Neolítico que permitió una primera especialización y división social del trabajo, como describe el historiador Vere Gordon Childe con sus conceptos de Revolución neolítica
Las características principales de la estructura económica de la comunidad primitiva son: Los hombres se hallaban indefensos ante las fuerzas naturales y se alimentaban de todo lo que la naturaleza les proporcionaba; la estructura económica era atrasada y primitiva, lo cual correspondía al mismo estado en que se encontraba la sociedad. El hombre satisface sus necesidades con lo que directamente le proporcionaba la naturaleza, por lo que las necesidades económicas eran la recolección cacería y la pesca El hombre era nómada en un principio, como dependía mucho de la naturaleza, seguía el cauce de los ríos, buscando los climas más favorables, así como los lugares que le proporcionaban facilidades para sus actividades. La producción era de autoconsumo, ya que su organización era muy atrasada, lo mismo que sus instrumentos de producción, por lo que su producción era tan poca que apenas les alcanzaba para subsistir. Al satisfacer sus necesidades los productores y no sobrar nada no hay posibilidad de apropiación individual de lo producido, por lo que todas las relaciones sociales que se establecen son comunitarias. Si la producción y el trabajo se realizaban en forma comunitaria, en consecuencia también la distribución de lo producido, tomando como base la supervivencia del grupo. En la comunidad primitiva no existieron clases sociales por que no había propiedad privada de los medios de producción, por lo tanto no se daba la explotación del hombre por el hombre. Con el desarrollo de los instrumentos de producción se creó la primera división natural del trabajo, que estaba determinada por el sexo y edad. La mujer era la encargada de la distribución de los productos, por lo que jugaba un papel muy importante que se conoció en la historia como matriarcado. Con el paso del tiempo los hombres fueron aprendiendo a dominar la naturaleza y a desarrollar la agricultura y el pastoreo, este hecho contribuyo a que se volvieran sedentarios y a que surgiera la primera división social del trabajo: los que se dedicaron a la caza y la pesca y los dedicados a la agricultura y pastoreo.
El descubrimiento del fuego contribuyó al mayor desarrollo de los hombres que vivieron en la comunidad primitiva, pues les permitió cocer sus alimentos e incorporar el pescado en su dieta; Asimismo, permitió el surgimiento de la segunda división social del trabajo: Los Oficios. Ya con estas dos divisiones, se empezó a producir cierto excedente. La producción de excedentes, hizo posible que surgiera el intercambio entre las diversas comunidades. A este se le denominó trueque.
Todos estos cambios fueron dando lugar a la propiedad familiar hasta llegar a ser Propiedad Privada. Superestructura de la Comunidad Primitiva. En términos generales la superestructura de la comunidad primitiva es muy atrasada, lo cual corresponde al desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales de producción.
ESCLAVITUD
La esclavitud es una situación por la cual una persona (el esclavo) es propiedad de otra (el amo); es una forma particular de relaciones de producción, característica de un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en la evolución de la historia económica.
La esclavitud: se remonta a la Edad Antigua, aunque no de forma equivalente en todas las civilizaciones. Parece que su origen histórico proviene de la práctica de aprovechar como mano de obra a los cautivos en las guerras, como alternativa a otra posibilidad también usual: sacrificarlos. También fue la suerte de algunos pueblos conquistados. Otra vía para llegar a la condición de esclavo era la esclavitud por deudas1 o apremio individual. El florecimiento cultural de la Atenas de Pericles o de la Roma clásica estaba fundamentado en una economía basada en la fuerza de trabajo esclava. Aristóteles sostuvo que la esclavitud es un fenómeno natural. Con la transición del esclavismo al feudalismo, a partir de la crisis del siglo III, la mayor parte de la fuerza de trabajo ya no era esclava. No obstante, la esclavitud no desapareció, y se mantuvo como una condición social más o menos marginal, según las zonas, durante toda la Edad Media y toda la Edad Moderna, renovándose su utilización masiva durante la colonización de América. El movimiento antiesclavista se desarrolló a partir de finales del siglo XVIII, culminando con la abolición de la esclavitud en la mayor parte de los países del mundo, no sin fuertes resistencias (como la Guerra de Secesión en Estados Unidos).
Los primeros escritos en los que se tiene constancia de la presencia de esclavos en una gran civilización es en Mesopotamia durante la época sumeria, si bien muy limitada. En el Antiguo Egipto un número de esclavos suficiente como para tener cierta importancia social se dio solamente en algunos periodos, especialmente en el Imperio Nuevo. El origen de los esclavos provenía de las conquistas y no existía una regulación jurídica sobre los mismos. También eran recogidos por los traficantes de esclavos los niños abandonados, por ejemplo, en la puerta de las casas o en la columna lactaria, cuando el páter familias no quería reconocer su paternidad, ya que él poseía el poder del «ius exponendi». Un hombre libre también podía convertirse en esclavo para tener que pagar una multa por haber cometido algún delito.
La esclavitud como práctica social y económica fue usual en la antigüedad greco-romana, y ambas pueden considerarse las primeras sociedades «esclavistas» al estar sustentada su base económica por este sistema. El estatus social y el papel de los esclavos eran considerado inferior o inexistente en relación a una persona libre. La sociedad de la Antigua Grecia tenía fundamentada filosóficamente la esclavitud que, para Aristóteles era la garantía indispensable para que los hombres libres pudieran dedicar su tiempo a la política y buen gobierno de la ciudad. En la Antigua Roma la práctica de la esclavitud se regula, en algunas ocasiones al mínimo detalle, estableciéndose la manumisión como fórmula de liberación de los esclavos, siempre con causa. Del siglo V a. C. al siglo I es la época de mayor implantación y extensión de la esclavitud. Las guerras de conquistas emprendidas por la República romana significaron la adquisición de numerosos esclavos.
Estos protagonizaron tres guerras serviles y la última fue la más sangrienta (la de Espartaco). Dichas rebeliones fueron una causa de la caída de la república. Durante el Imperio romano empieza a remitir sobre todo por el agotamiento de las fuentes tradicionales de suministro de nuevos esclavos como resultado de la finalización de la expansión territorial romana (siglo I).
La noción de esclavitud, en la Antigua Roma, designaba las condiciones sociales más dispares. Un esclavo podía ser, tanto un criado o sirviente como el ministro de Economía del emperador, el profesor de griego y latín de los hijos de un legislador romano como un gladiador. Los esclavos no poseían una habitación donde dormir, simplemente se acostaban en el suelo en cualquier rincón de la casa. Cada romano de mediana fortuna poseía, por lo menos, un par de esclavos. Salía de su casa acompañado generalmente por uno mientras el otro permanecía encerrado en casa. Los esclavos comían las sobras de la comida de sus amos, lo que, en un pueblo con hambre, podía significar comer mejor que muchos hombres libres. La línea divisoria entre los hombres libres y los esclavos era muy importante. Los primeros no podían, legalmente, ser sometidos a tortura, ni quemados vivos ni apaleados. Los esclavos si, por sus propios amos o por un juez. Los esclavos no podían casarse ni ejercer la paternidad. El dueño de los hijos de los esclavos era el páter familias. Los mercaderes de esclavos recogían a los bebés abandonados que estaban expuestos en los santuarios para convertirlos en esclavos. Había esclavos que llegaban a ocupar cargos públicos en la administración de los bienes de sus amos pero también podían ser trabajadores del campo o artesanos: la mayoría de los artesanos o alfareros en Arezzo, por ejemplo, eran esclavos. Si no eran campesinos podían ser criados en el servicio doméstico. Un esclavo podía ser un cantante que cantaba para el amo, un arquitecto que construía para el príncipe, o un gramático.
El DRAE define esclavista como "partidario de la esclavitud"; con lo que más que a los propietarios de esclavos, se aplica a los que defienden sus intereses, activos como un movimiento social, y a la ideología que articula su visión de la sociedad, se identifique o se diferencie del racismo.
Aristóteles.
Desde la antigüedad, la historia del pensamiento político y social había aceptado de forma natural la esclavitud como uno de los aspectos del sistema social. Hay textos proesclavistas de Aristóteles y John Locke, entre otros. No obstante, también debió haber contemporáneos de Aristóteles de opiniones opuestas, ya que él mismo las recoge: Se sostiene por una parte, que hay una ciencia, propia del señor, la cual se confunde con la del padre de familia, con la del magistrado y con la del rey (...) Otros, por lo contrario, pretenden que el poder del señor es contra naturaleza; que la ley es la que hace a los hombres libres y esclavos, no reconociendo la naturaleza ninguna diferencia entre ellos; y que por último la esclavitud es inicua, puesto que es obra de la violencia.
John Locke.
La patrística y el pensamiento cristiano medieval veían la esclavitud como una consecuencia del pecado, y consideraban justo que alguien fuera reducido a la esclavitud como alternativa a una muerte merecida, como la de un reo de pena de muerte. También justificaban la esclavitud de paganos hechos prisioneros en una guerra justa. Que este determinado hombre es siervo [servum, también traducible por "esclavo"] antes que aquel otro, considerado desde un punto de vista absoluto, no puede decirse que sea natural, sino en virtud de la utilidad que de ello se sigue, es decir, en cuanto es útil a este hombre el ser gobernado por uno más sabio, y a aquél le es útil que sea ayudado por éste, como se dice en el primer libro de la Política. Por tanto, la servidumbre, que pertenece al derecho de gentes, es natural en virtud del segundo modo, en ningún caso en virtud del primero.
James Hammond.
La ideología proesclavista fue especialmente importante en Estados Unidos entre 1789 y 1849, en el periodo previo a la Guerra de Secesión; donde los interesados en defender el "modo de vida del Sur" se vieron obligados a reaccionar al movimiento antiesclavista. Con anterioridad no había en la práctica una necesidad de defensa para una actividad que se había producido sin oposición destacable en todo el mundo hasta mediados del siglo XVIII (con la Ilustración y con algunos movimientos religiosos -cuáqueros-). Sólo a comienzos del XIX el movimiento abolicionista pasó a ser preocupante para los intereses esclavistas, a medida que el Reino Unido y otros países iban limitando el tráfico internacional de esclavos y establecían legislaciones abolicionistas.
La esclavitud en la actualidad.
A pesar de la entrada en vigor de la Convención sobre la Esclavitud y de estar 'oficialmente prohibida' en casi todos los países, la esclavitud sigue existiendo en gran escala, tanto en sus formas tradicionales como en forma de 'nueva esclavitud'. Según un estudio publicado en el año 2000 podría haber unos 27 millones de esclavos en todo el mundo. En el estudio publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2012 se estima en cerca de 20,9 millones, esto es, 3 de cada 1000 personas en el mundo son víctimas de trabajo forzado.95 Uno de los países que mantienen la esclavitud y la protegen es Mauritania, contra cuyo gobierno se han alzado varias voces en 2005.
es la denominación del sistema político predominante en la Europa occidental de los siglos centrales de la Edad Media , (entre los siglos IX al XV), caracterizado por la descentralización del poder político; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador o los reyes) hacia la base (donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomía o independencia en la práctica por nobles de muy distintas denominaciones, basadas en las del Imperio carolingio -duques, marqueses, condes, barones, caballeros, etc.-).
El término «feudalismo» también se utiliza historiográficamente para denominar las formaciones sociales históricas caracterizadas por el modo de producción que el materialismo histórico (la historiografía marxista) denomina feudal.
Como formación económico-social, el feudalismo se inició en la Antigüedad tardía con la transición del modo de producción esclavista al feudal; a partir de la crisis del siglo III y sobre todo con la disolución del Imperio romano de Occidente (siglo V) y la formación de los reinos germánicos y el Imperio carolingio (siglos VIII y IX).
Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado el vasallaje como relación jurídico-política entre señor y vasallo, un contrato sinalagmático (es decir, entre iguales, con requisitos por ambas partes) entre señores y vasallos (ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles), consistente en el intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y tierras -el feudo- por el señor al vasallo y compromiso de auxilium et consilium -auxilio o apoyo militar y consejo o apoyo político-), que si no se cumplía o se rompía por cualquiera de las dos partes daba lugar a la felonía, y cuya jerarquía se complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez señor de vasallos); y por otro lado el feudo como unidad económica y de relaciones sociales de producción, entre el señor del feudo y sus siervos, no un contrato igualitario, sino una imposición violenta justificada ideológicamente como un quid pro quo de protección a cambio de trabajo y sumisión.
El homenaje era un ritual por el que un señor concedía un feudo a otro hombre de la clase privilegiada a cambio de unos servicios y prestaciones, generalmente de orden militar.
Los estamentos sociales
La división en tres órdenes se subdividía a su vez en estamentos compactos y perfectamente delimitados.
En una primera división, se encuentra el grupo de los privilegiados, todos ellos señores, eclesiásticos o caballeros. En la cúspide se hallaba el Rey, después el Alto Clero integrado por arzobispos, obispos y abades y el Bajo Clero formado por los curas y sacerdotes, y por último la nobleza. Es este grupo de privilegiados el que forma los señores y los caballeros, y éstos últimos a su vez podían ser señores de otros caballeros, dependiendo de su poder y de la capacidad de subinfeudar sus tierras. El Alto Clero, además de las tareas que dentro de los tres órdenes le habían sido encomendadas, la guía espiritual y sostener la doctrina moral que mantenía el feudalismo, podían ser a su vez señores y entregar parte de sus bienes para la defensa de su comunidad. Los privilegiados no pagaban impuestos.
Los no privilegiados eran la burguesía, los artesanos, los sirvientes y los campesinos, que se subdividían a su vez en colonos y aldeanos. A éstos correspondía el sometimiento a la tierra y, por tanto, a quien de ella dependiera, trabajándola y entregando una parte de sus frutos al señor, o bien, en el caso de artesanos y burgueses, debían obediencia a quien les garantizaba la defensa de la ciudad y la entrega de bienes o dinero.
REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar,1 y el resto de Europa continental después, sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad, desde el neolítico.
La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.
Así es que en la Revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo el mismo costo fijo.
Etapas de la Revolución industrial
La Revolución industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como:
1. Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural) — Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población — Grandes diferencias entre los pueblos — Independencia económica
2. Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de las grandes empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales
3. Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social
4. Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación irracional de la tierra.
La locomotora de vapor fue un modo de transporte surgido durante la Revolución Industrial.
• La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que mejoraban los procesos productivos.
• La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller familiar a la fábrica.
• El uso de nuevas fuentes energéticas, como el carbón y el vapor.
• La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
• El surgimiento del proletariado urbano.
Es el control por parte de la sociedad, organizada como un entero, sobre todos sus integrantes, tanto los medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas. El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva y consciente de la vida social y económica. Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado. Existen también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones, frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.
Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan, respectivamente, el Imperio Inca y la Unión Soviética.
Socialismo y movimiento obrero
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta, el capitalismo como forma de apropiación del trabajo asalariado, una forma de explotación por vía económica. Debido al apogeo intelectual del marxismo entre los proyectos de reforma social, el ideario comunista influyó en casi todos los futuros movimientos socialistas. Desde entonces los pensadores socialistas comenzaron a considerar la socialización de la economía como un interés vital para el proletariado industrial y un resultado históricamente necesario a la vez corolario de la toma del poder político por dicha clase. Sintetizado a partir de las ideas y escritos de distintos grupos y pensadores que buscaban alumbrar un sistema distinto en términos de justicia, el socialismo recibió un impulso distinto de la teoría marxista que desprende al socialismo de todo idealismo moral y político, y lo fundamenta como una necesidad para el desarrollo del presente período tecnológico, que es lo único que podría hacerlo realizable (no-utópico) según la doctrina del materialismo histórico. Dentro de la secuencia histórica de los modos de producción esbozada por Friedrich Engels, el capitalismo es la última sociedad con clases y el socialismo el primer paso a su extinción: las clases sociales se consideran generadas por los diferentes e interdependientes orígenes sociales del ingreso, y al proletariado como la primera clase trabajadora sin vías propias de adquisición privada, capaz por ende de sobrevivir a una socialización de la producción y finalmente a su propia desaparición como clase en una fase comunista, dando así por superada la lucha de clases como motor del progreso histórico.
Socialismo y comunismo
A diferencia de lo que sucede con el concepto de "comunismo" (término cuya utilización se remonta a Platón), en el cual la contribución a la producción común es libre y no planificada mientras que el consumo se vive en común, la palabra "socialismo" (que apareció por primera vez en 1834 bajo los auspicios de Robert Owen) describe la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto el consumo permanece siendo particular. En el siglo XIX en proceso de proletarización masiva por el ascenso del capitalismo industrial, la idea socialista evolucionó como concepto e ideología de economía política proponiendo un sistema social, económico y político basado en la organización consciente (planificada) de la producción de acuerdo a unos fines preestablecidos de contribución al bien general: sería el denominado movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la reforma del trabajo).
Con el surgimiento del "marxismo", los medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos históricamente necesarios en el desarrollo de una sociedad escindida por la lucha de clases hacia una etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el comunismo de Babeuf y la Conspiración de los Iguales) y había dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e ideología gracias a la introducción por parte de Karl Marx de las ideas de los doctrinarios socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas socialistas y comunistas se desprenden del idealismo y se unifican en un solo movimiento ideológico llamado Comunismo.
Socialismo como movimiento político
Por extensión se define como socialista a toda doctrina o movimiento que aboga por su implantación. Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el título de Socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas, nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos, corporativistas de Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
Es un modelo socioeconómico que deriva del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción, y que se encuentra mayormente determinado por relaciones económicas relacionadas con las actividades de inversión y obtención de beneficios.
En el capitalismo, los individuos, y/o empresas usualmente representadas por los mismos, llevan a cabo la producción de bienes y servicios en forma privada e independiente, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de los mismos se realiza libremente a través del comercio, y por tanto la división del trabajo se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio. La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a una evaluación constante de la eficiencia mediante un sistema de precios para los bienes y servicios. A su vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado libre que depende de la interacción entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores.
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, se relaciona mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta o burguesa que es su corolario previo.
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista, la sociedad está formada por clases socioeconómicos en vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de éste y otras formas sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica, y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado. La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario. Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.
Características Tipos de sistemas capitalistas
Como se ha indicado anteriormente, existen distintas variantes del capitalismo que se diferencian de acuerdo a la relación entre el mercado, el Estado y la sociedad. Por supuesto, todas comparten características como la producción de bienes y servicios por beneficio, asignación de recursos basada principalmente en el mercado, y estructuración en torno a la acumulación de capital. Es importante destacar que entre los círculos ligados a la Escuela Austríaca de Economía y al Objetivismo se conoce como "capitalismo" a su variante más pura, el laissez faire. Los principales tipos de capitalismo son:
Mercantilismo Esta es una forma nacionalista del capitalismo temprano que nació aproximadamente en el siglo XVI. Se caracteriza por el entrelazamiento de intereses comerciales de interés para el Estado y el imperialismo y, consecuentemente, por el uso del aparato estatal para promover las empresas nacionales en el extranjero. Un buen ejemplo lo entrega el caso del monopolio comercial impuesto por España a sus colonias en 1504 prohibiéndoles comerciar con otras naciones.
Capitalismo de Libre Mercado El capitalismo laissez-faire se caracteriza por contratos voluntarios en ausencia de intervención de terceros (como pudiere ser el Estado). Los precios de los bienes y servicios son establecidos por la oferta y la demanda, llegando naturalmente a un punto de equilibrio. Implica la existencia de mercados altamente competitivos y la propiedad privada de los medios de producción. El rol del Estado se limita a la producción de seguridad y al resguardo de los derechos de propiedad.
Economía Social de Mercado En este sistema la intervención del Estado en la economía es mínima, pero entrega servicios importantes en cuanto a la seguridad social, prestaciones de desempleo y reconocimiento de derechos laborales a través de acuerdos nacionales de negociación colectiva. Este modelo es prominente en los países de Europa occidental y del norte, aunque variando sus configuraciones. La gran mayoría de las empresas son de propiedad privada.
Capitalismo corporativo Caracterizado por la dominación de corporaciones jerárquicas y burocráticas. El término "capitalismo monopolista de Estado" fue originalmente un concepto Marxista para referirse a una forma de capitalismo en que la política de estado es utilizada para beneficiar y promover los intereses de corporaciones dominantes mediante la imposición de barreras competitivas y la entrega de subsidios.
Economía mixta Una economía mixta está basada en gran medida basada en el mercado, y consiste en la convivencia de la propiedad privada y la propiedad pública de los medios de producción, y en el intervencionismo a través de políticas macroeconómicas destinadas a corregir los posibles fallos de mercado, reducir el desempleo y mantener bajos los niveles de inflación. Los niveles de intervención varían entre los diferentes países, y la mayoría de las economías capitalistas son mixtas hasta cierto punto.
GLOBALIZACIÓN
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad internacional.
CONCLUSION:
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